jueves, 18 de febrero de 2010

La vida es...

Muchas veces nos preguntamos qué es la vida, y sobre todo nos inquieta el saber para qué es la vida. Porque es muy triste estar en una sala de espera, sin esperar nada, vivir porque se tiene vida, pero sin hacer nada en la vida, sin esperar nada de la vida, sin darle un sentido a la vida; una vida inútil es una muerte prematura.
Vive de tal manera, que cuando mueras no tengas verguenza de haber vivido; al contrario, te sientas satisfecho de haber vivido y de haber vivido tal como viviste.
La vida no es palcer, la vida no es comodidad, la vida no es diversión, la vida no es turismo, la vida no es dinero, la vida no es confort; la vida tiene todo eso, pero la vida no es eso.
Como tampoco la vida no es dolor, la vida no es lágrimas y llanto, la vida no es sufrimiento y pesadumbre, la vida no son problemas y angustias...la vida tiene todo eso, pero la vida tampoco es eso, precisamente.
La vida es cumplimiento del deber, llenar un puesto, cumplir una misión, contribuir al bienestar de los demás: eso es vivir.

"En la senda de la justicia está la vida; el camino de los rencorosos lleva a la muerte" (Prov,12,28)
(LOS 5 MINUTOS DE DIOS)

miércoles, 17 de febrero de 2010

Conoce el significado e importancia del miércoles de Ceniza como el inicio formal a la Cuaresma

El miércoles de Ceniza es el principio de la Cuaresma; un día especialmente penitencial, en el que manifestamos nuestro deseo personal de conversión a Dios.

Al acercarnos a los templos a que nos impongan la ceniza, expresamos con humildad y sinceridad de corazón, que deseamos convertirnos y creer de verdad en el Evangelio.

El origen de la imposición de la ceniza pertenece a la estructura de la penitencia canónica. Empieza a ser obligatorio para toda la comunidad cristiana a partir del siglo X. La liturgia actual, conserva los elementos tradicionales: imposición de la ceniza y ayuno riguroso.

La bendición e imposición de la ceniza tiene lugar dentro de la Misa, después de la homilía; aunque en circunstancias especiales, se puede hacer dentro de una celebración de la Palabra. Las fórmulas de imposición de la ceniza se inspiran en la Escritura: Génesis, 3, 19 y Marcos 1, 15.

La ceniza procede de los ramos bendecidos el Domingo de la Pasión del Señor, del año anterior, siguiendo una costumbre que se remonta al siglo XII. La fórmula de bendición hace relación a la condición pecadora de quienes la recibirán.


El simbolismo de la ceniza es el siguiente:

a) Condición débil y caduca del hombre, que camina hacia la muerte;

b) Situación pecadora del hombre;

c) Oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda;

d) Resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo;


La ceniza es el residuo de la combustión por el fuego de las cosas o de las personas. Este símbolo ya se emplea en la primera página de la Biblia cuando se nos cuenta que "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gen 2,7). Eso es lo que significa el nombre de "Adán". Y se le recuerda enseguida que ése es precisamente su fin: "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).

Por extensión, pues, representa la conciencia de la nada, de la nulidad de la creatura con respecto al Creador, según las palabras de Abrahán: "Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Señor" (Gn 18,27).

Esto nos lleva a todos a asumir una actitud de humildad ("humildad" viene de humus, "tierra"): "polvo y ceniza son los hombres" (Si 17,32), "todos caminan hacia una misma meta: todos han salido del polvo y todos vuelven al polvo" (Qo 3,20), "todos expiran y al polvo retornan" (Sal 104,29). Por lo tanto, la ceniza significa también el sufrimiento, el luto, el arrepentimiento. En Job (Jb 42,6) es explícítamente signo de dolor y de penitencia. De aquí se desprendió la costumbre, por largo tiempo conservada en los monasterios, de extender a los moribundos en el suelo recubierto con ceniza dispuesta en forma de cruz. La ceniza se mezcla a veces con los alimentos de los ascetas y la ceniza bendita se utiliza en ritos como la consagración de una iglesia, etc.

La costumbre actual de que todos los fieles reciban en su frente o en su cabeza el signo de la ceniza al comienzo de la Cuaresma no es muy antiguo.

En los primeros siglos se expresó con este gesto el camino cuaresmal de los "penitentes", o sea, del grupo de pecadores que querían recibir la reconciliación al final de la Cuaresma, el Jueves Santo, a las puertas de la Pascua. Vestidos con hábito penitencial y con la ceniza que ellos mismos se imponían en la cabeza, se presentaban ante la comunidad y expresaban así su conversión.

En el siglo XI, desaparecida ya la institución de los penitentes como grupo, se vio que el gesto de la ceniza era bueno para todos, y así, al comienzo de este período litúrgico, este rito se empezó a realizar para todos los cristianos, de modo que toda la comunidad se reconocía pecadora, dispuesta a emprender el camino de la conversión cuaresmal.

En la última reforma litúrgica se ha reorganizado el rito de la imposición de la ceniza de un modo más expresivo y pedagógico. Ya no se realiza al principio de la celebración o independientemente de ella, sino después de las lecturas bíblicas y de la homilía. Así la Palabra de Dios, que nos invita ese día a la conversión, es la que da contenido y sentido al gesto.

Además, se puede hacer la imposición de las cenizas fuera de la Eucaristía -en las comunidades que no tienen sacerdote-, pero siempre en el contexto de la escucha de la Palabra.
(WWW.ENCUENTRA.COM)

Miércoles de Ceniza.

Mt 6, 1-6. 16-18

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre de ustedes que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres noten que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará".
Palabra del Señor.

Reflexión:

Hoy es Miércoles de ceniza y comienza el tiempo de Cuaresma. Hoy comienza un tiempo litúrgico fascinante, bello, intenso, generador de vida interior y de compromiso con los más necesitados. La iglesia nos propone ese evangelio en que Jesús nos aconseja que no hagamos el bien para que nos vean. Es toda una tarea: generalmente solemos ubicarnos de tal modo que los demás nos vean mientras hecemos el bien. Debemos evitar esa tentación. Además debemos orar con pocas palabras; no es necesario entregarse en muchas palabras: Dios ya sabe lo que necesitamos. Orar es escuchar más que hablar. Finalmente, cuando ayunemos debemos permanecer alegres. Ayunemos para que los pobres no necesiten hacerlo.
(ENCUENTRO CON LA PALABRA)

lunes, 15 de febrero de 2010

Jesús es de los pobres...

Lc 6, 12-13. 17. 20-26

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de apóstoles. Al bajar con estos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón. Entonces Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: "¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece! ¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán! ¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y proscriban el nombre de ustedes, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre! ¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas! Pero ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas! ¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!".

Reflexión:

La primera bienaventuranza (pronunciada después de haber multiplicado la comida), no deja lugar a dudas: Jesús está cerca de los pobres, los elige; y les dice que para ellos es la salvación. Los pobres materiales de los que habla esta bienaventuranza son los que no tienen techo, los que son alejados del acceso a la cultura, los que no pueden beneficiarse de los logros de la medicina; son los explotados en su trabajo, los que no participan en el reparto de los bienes de ésta bendita tierra; son esos que a los que se les roba su pan y su dignidad y se los mantiene marginados. Los pobres son los que no tienen lo elemental, los que viven con miedo, inseguridad y resignación. Son esos que están “amontonados” en hospitales sucios, que son despreciados por el color de su piel; son esos que tienen que viajar horas interminables para ir al trabajo, son esos que no tienen tiempo libre ni ocio posible. A esos pobres les habla Jesús. Ser cristiano es asumir el dolor de los marginados, es trabajar para liberarlos, es comprometerse a partir y compartir con ellos los bienes. Mientras existan pobres en este mundo la frase “yo soy un cristiano rico” será una aberración y un insulto a la dignidad de aquellos que son elegidos y amados especialmente por Jesús. Jesús estuvo siempre al servicio del pobre: los bautizados debemos ser como Jesús.
(ENCUENTRO CON LA PALABRA)

Decálogo del buen padre

1-Amarás a tu hijo con todo tu corazón, alma y fuerzas, pero sabiamente con tu cerebro.
2-Verás en tu hijo una persona, y no un objeto de tu pertenencia.
3-No le exigirás amor y respeto, sino que tratarás de ganártelos.
4-Cada vez que sus actos te hagan perder la paciencia, traerás a la memoria los tuyos, cuando tenías su edad.
5-Recuerda que tu ejemplo será más elocuente que el mejor de tus sermones.
6-Piensa que tu hijo ve en ti un ser superior; no lo desilusiones.
7-Serás en el camino de su vida una señal que le impedirá tomar caminos equivocados, de los cuales difícilmente se vuelve.
8-Le enseñarás a admirar la belleza, a practicar el bien y a amar la verdad.
9-Brindarás atención a sus problemas cuando él considere que puedes ayudar a solucionarlos.
10-Le enseñarás con tu palabra y con tu ejemplo a amar a Dios sobre todas las cosas.
“Padres, no exasperéis a vuestros hijos, sino formadlos más bien mediante la instrucción y la corrección según el Señor” (Ef, 6,4)
(LOS 5 MINUTOS CON DIOS)

Sólo Dios puede

Sólo Dios puede dar fe,
pero tú puedes dar testimonio.
Sólo Dios puede dar la esperanza,
pero tú puedes dar confianza a tus hermanos.
Sólo Dios puede dar amor,
pero tú puedes enseñar a amar a los demás.
Sólo Dios puede dar la paz,
pero tú puedes suscitar la concordia.
Sólo Dios puede dar la fuerza,
pero tú puedes sostener al desfallecido.
Sólo Dios es el camino,
pero tú puedes mostrarlo a los demás.
Sólo Dios es la luz,
pero tú puedes hacerla brillar a los ojos de todos.
Sólo Dios es la vida,
pero tú puedes devolver a otros el deseo de vivir.
Sólo Dios puede hacer lo que parece imposible,
pero tú puedes hacer lo que es posible.
Sólo Dios se basta a si mismo,
pero prefiere contar contigo.
(ORACION DE UNA COMUNIDAD DE BRASIL)