1-Amarás a tu hijo con todo tu corazón, alma y fuerzas, pero sabiamente con tu cerebro.
2-Verás en tu hijo una persona, y no un objeto de tu pertenencia.
3-No le exigirás amor y respeto, sino que tratarás de ganártelos.
4-Cada vez que sus actos te hagan perder la paciencia, traerás a la memoria los tuyos, cuando tenías su edad.
5-Recuerda que tu ejemplo será más elocuente que el mejor de tus sermones.
6-Piensa que tu hijo ve en ti un ser superior; no lo desilusiones.
7-Serás en el camino de su vida una señal que le impedirá tomar caminos equivocados, de los cuales difícilmente se vuelve.
8-Le enseñarás a admirar la belleza, a practicar el bien y a amar la verdad.
9-Brindarás atención a sus problemas cuando él considere que puedes ayudar a solucionarlos.
10-Le enseñarás con tu palabra y con tu ejemplo a amar a Dios sobre todas las cosas.
“Padres, no exasperéis a vuestros hijos, sino formadlos más bien mediante la instrucción y la corrección según el Señor” (Ef, 6,4)
(LOS 5 MINUTOS CON DIOS)
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